La homeopatía se remonta a postulados, ya enunciados por Hipócrates en el siglo V a.C., “lo mismo que ha provocado el mal puede curarlo”.

Chistian-Samuel Hahnemann, a finales del siglo XVIII, fue el primer médico que experimentó en el mismo y su entorno, para poner de manifiesto los efectos de los medicamentos que empleaba, en individuos sanos.

La homeopatía es una terapéutica y una medicina basada en la concepción global del individuo. Exige sólidos conocimientos teóricos y también una cierta preparación psicológica para abordar al paciente de una manera adecuada

Actualmente es una terapéutica oficialmente reconocida, enseñada y aplicada en numerosos países.

La homeopatía es un método terapéutico que aplica el Principio de Similitud: “cualquier sustancia capaz de provocar, en dosis altas, síntomas en una persona sana, puede, en dosis reducida, curar eses mismos síntomas en un individuo enfermo, sea cual sea su enfermedad”

Hahnemann comenzó observando la similitud existente entre los síntomas provocados por la intoxicación con quinina observados en los obreros empleados en su fabricación, y síntomas semejantes que se trataban y curaban en ese tiempo con la misma quinina, escribiendo:

“La corteza de quinina, que se utiliza como medicamento contra la fiebre intermitente, actúa en tanto que es capaz de inducir síntomas semejantes a los de la fiebre intermitente en el hombre sano”.

Este es el enunciado del Principio de Similitud.