El propóleo es una sustancia viscosa que las abejas elaboran a partir de sus propias secreciones, mezcladas con la resina y la savia de diversos árboles, especialmente de pinos y otras coníferas, abedules y fresnos.

Própolis significa defensa de la ciudad. Proviene del griego pro-antes y polis-ciudad. Las abejas la emplean como material de construcción, con el que reparan las grietas y fisuras de la colmena, y barnizan la superficie interior. Y como antiséptico , por su capacidad para destruir hongos, bacterias y virus.

El antibiótico de las abejas. Muchas de las sustancias que componen los propóleos detienen el crecimiento de diversas bacterias como los estafilococos, estreptococos, salmonelas y diversas bacterias causantes de infecciones intestinales.

• Es efectivo tanto aplicado localmente sobre sobre la piel o mucosas, como por vía oral.
• A diferencia de otros antibióticos, no deprimen las defensas del organismo, sino que ejercen una acción inmunoestimulante.
• Se recomienda especialmente en caso de infecciones respiratorias (catarros, faringitis, bronquitis) o digestivas (gastroenteritis, colitis).

Virucida: El propóleo es activo contra los virus de la gripe y del herpes.

Fungicida: Impide el desarrollo de diversos hongos microscópicos que afectan a la piel y a las mucosas, como la Candida albicans. Aplicándose localmente.

Balsámico y antitusígeno: Protege y desinflaman las vías respiratorias. Indicado en caso de infecciones respiratorias de las vías altas (faringitis, laringitis, sinusitis, etc.) bronquitis y cualquier tipo de tos.

Anestésico local: Se usa en dolores dentarios, aplicando una gota de tintura sobre la pieza dentaria afectada.